Quién más quién menos acumula ropa en sus armarios, que pueden ser en ocasiones (o a veces todo el año) un ‘tótum revolútum’. Pero la recta final del invierno, y la ansiada llegada de unas temperaturas más moderadas, es un buen momento para pensar cómo vamos a recolocar el armario para hacer sitio a la ropa de entretiempo. Hoy te vamos a dar las claves sobre cómo tienes que colocar tu armario según la edad que tengas porque está claro, no usas el mismo tipo de prendas a los 20 que a los 50, ¿verdad?
Antes de empezar con los consejos, conviene tener en cuenta una máxima que te ahorrará trabajo a largo plazo: tengas la edad que tengas, ordena cada día las prendas caídas y pon cada una en su sitio.
Menos de 20
¿Hijo adolescente en casa? Primero, hazte un cursillo para no perder los nervios frente al desorden de su armario y de su habitación en general. Segundo, cuenta hasta 20. Superada esta titánica prueba, te recomendamos que, mejor que armario, tenga un burro: es una opción económica idónea además cuando hay poco espacio. Si quieres que dé amplitud, escógelo en blanco (y si las perchas ya son blancas, todo conjuntado). Para los complementos, apuesta por las cajas y si tienen frontal transparente, mejor que mejor. En los burros puedes añadir cajones de tela con colgador. Los hay de diferentes medidas según tus necesidades.
Entre 20 y 30 años
Camisetas, muchísimas, vaqueros, sudaderas, bolsos… Cuanto más joven, más posibilidades de que el armario parezca un zoco. El objetivo a esta edad es que puedas localizar las prendas de forma rápida así que es imprescindible una barra, organizadores, cuantos más mejor (y mejor si son transparentes), cestas de rejillas y estantes para las deportivas. Si el armario no dispone de cajones para los vaqueros, es mejor que los pongas en perchas antes que en baldas. ¿Cómo guardar esa tonelada de camisetas? Dóblalas en forma de rectángulo y mételas en cajones en vertical.
De los 30 a los 40
Ya tenemos ropa para la oficina así que conviene agrupar los distintos trapos según función: para trabajar, para salir, para hacer deporte… No pierdas de vista los zapateros, imprescindibles. También, cajas para ropa de temporada. Que no falten las bolsas al vacío para ropa. Para los calcetines y la ropa interior, divide un cajón con separadores: calcetines, enrollados. Los sujetadores, abrochados y unos detrás de otros, con los tirantes hacia adentro. Así ahorrarás espacio.
De los 40 a los 50
Con el paso de los años vas valorando más la ropa y ya no dejas tiradas por ahí las cosas. Invertimos más en lo que adquirimos y también, compramos menos. Cada vez, además, somos más de accesorios así que son bienvenidos los compartimentos, bandejas extraíbles… También invertirás más en perchas, para evitar que te dejen marcas en la ropa porque tu agitada vida laboral no te permitirá mucho tiempo de plancha: las mejores son las de madera. Para las faldas, lo más indicado son perchas de pinzas: te ocuparán menos espacio.
De los 50 en adelante
Seguirá el mimo a la ropa: coloca más a mano todo lo que utilices más a menudo para evitarte esfuerzos innecesarios. Merece la pena invertir en accesorios que alargarán la vida de tu ropa porque ya no te interesan las prendas baratas para unos meses…
Fuente: Idealista
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