Existen múltiples ideas y tendencias para aplicar al mundo de la decoración. Cada vivienda debería impregnarse del estilo y carácter de su propietario. A algunas personas les gusta más lo extravagante y colorido, otros individuos pueden decantarse por lo moderno o ecléctico y otros decantarse por las líneas simples y minimalistas.
¿Qué es la decoración minimalista?
El término minimalismo se refiere a la tendencia de reducir a lo esencial y útil, a despojar elementos sobrantes. Centrándonos en el diseño de interiores, esta tendencia se basa en la practicidad, la iluminación elegante y los espacios vacíos que deja la eliminación de las formas tridimensionales. Influenciada por el diseño y arquitectura tradicional japonesa, la decoración minimalista se basa en el uso de pocos elementos y muy sencillos para crear un espacio cómodo a la par que elegante, es decir, reducir todo a lo esencial. La clave está en seguir tres reglas fundamentales: simplicidad, naturalidad y limpieza.
En resumen, la idea del minimalismo no es prescindir de la ornamentación de forma excesiva, sino que todos los detalles estén reducidos a un estado en el que no se pueda quitar nada más para mejorar el diseño.
Claves de la decoración minimalista
La sencillez y la elegancia son partes fundamentales, además del mínimo uso de materiales, la elección de colores conservadores y la funcionalidad por encima de la estética. Estas son las claves y características del minimalismo:
Ausencia de muebles: Centra el espacio en las plantas y elementos funcionales, no en el mobiliario
Espacio despejado: Un hogar minimalista contiene únicamente elementos imprescindibles sin renunciar al estilo, aportando practicidad sin recargar
Paredes ‘naked’: Las paredes deben seguir el concepto de ‘desnudo’ o ‘naked’. Nada de cuadros extravagantes o adornos ostentosos. Una opción es optar por espejos para dar sensación de profundidad.
Evita la variedad de detalles: El minimalismo se basa en la calidad más que en la cantidad
Importancia de la luminosidad: Una iluminación óptima evitará un exceso de bombillas o focos de luz artificial, apuesta por la luz natural y todo lo que puede ofrecerte
La sostenibilidad es relevante: Eliminando lo superfluo y centrando la atención en lo práctico, se queda lo necesario y sostenible
¿Cómo lograr una decoración minimalista?
Apunta estas ideas para decorar cada estancia de tu casa:
Minimalismo en la cocina
No acumules, este es el principio del minimalismo que mejor puede aplicarse a una estancia de la casa como la cocina. Líneas limpias y rectas, materiales simples y naturales, sin excesivo ornamento son las claves para triunfar con el minimalismo en esta parte de la vivienda.
Los colores neutros y las superficies lisas también son una alternativa eficiente. Apuesta por muebles lisos para evitar un excesivo peso visual y que formen parte de un acabado más limpio y sencillo. Despeja las encimeras e integra los electrodomésticos para conseguir el efecto que estás buscando.
Minimalismo en el baño
También puedes incluir esta tendencia en el aseo. En general, estas estancias suelen contener lo justo y necesario, por lo que es un lugar perfecto para aplicar este estilo.
Apuesta por grifería sencilla, estilo nórdico y pocos elementos que queden a la vista. Céntrate en el diseño sencillo de los espejos y en la iluminación. Estos elementos, unidos a una paleta de colores neutros que contrasten entre sí, harán que tu baño sea ejemplo de minimalismo y modernismo.
Minimalismo en el salón
El salón suele ser la estancia más grande de las viviendas, por lo que puede asustar un poco e incluso pensar que es más difícil aplicar el minimalismo. Pero nada más lejos de la realidad.
Decántate por formas curvas, tanto en muebles, como en elementos decorativos, pues dan un aspecto elegante y suavizan la estancia. Elige materiales naturales y una paleta de colores en tonos tierra: con eso acertarás seguro.
Minimalismo en el dormitorio
Esta estancia, teniendo en cuenta las anteriores recomendaciones y características, es fácil de decorar con este estilo sencillo y práctico.
Apuesta por tonos blancos y neutros para reducir el peso cromático y opta por muebles de estructuras geométricas. Elimina aquellos objetos que no sean necesarios y reduce los elementos decorativos al mínimo.
Apóyate en las texturas para crear mayor dinamismo, como el mimbre en un baúl o la madera lisa y clara en el cabecero de la cama.
Fuente: Idealista
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