¿Alguna vez has soñado con convertir tu hogar en un santuario de paz y felicidad, sin importar su tamaño o presupuesto? El secreto puede estar en una palabra: Hygge. Este término danés, que no tiene una traducción exacta en español, se refiere a la creación de un ambiente cálido y acogedor que promueva el bienestar.
El Hygge es más que una técnica, es un arte que se centra en la sensación de seguridad y confort que proporciona el hogar. En Dinamarca, donde el clima a menudo invita a quedarse en casa, el hogar se convierte en el centro de las reuniones sociales con familiares y amigos.
Aplicar el Hygge en tu hogar te permite crear ambientes acogedores y convertir tu espacio en un oasis de paz, algo especialmente valioso en las bulliciosas ciudades modernas. Según Meik Wiking, autor de «Hygge Home», puedes utilizar el color, la luz y el espacio disponible para celebrar la comodidad.
Los espacios en los que vivimos o trabajamos pueden influir positivamente en nuestro bienestar, y podemos mejorar nuestra felicidad modificando estos entornos. ¿Cómo? Por ejemplo, con plantas que aportan vida, y libros que invitan a la exploración y la contemplación.
Las alfombras y los cuadros también contribuyen a la calidez y textura de un espacio. En cuanto a la iluminación, un elemento clave en el Hygge, Wiking sugiere reemplazar la iluminación uniforme del techo por focos de luz, como una lámpara de pie junto al sofá o una lámpara globo en una esquina del salón.
En lo que respecta a la luz natural, es recomendable buscar esos rincones donde se filtra un rayo de luz, al igual que lo haría un gato. Mantener las ventanas limpias es esencial, ya que la suciedad puede reducir la cantidad de luz que entra. También puedes usar vitrinas o espejos para reflejar la luz natural del exterior.
Además, un buen chill out será una zona acogedora para compartir momentos inolvidables y tranquilidad con familia y amigos ahora en verano, al más puro estilo Hygge.
Finalmente, si tienes niños en casa, recuerda adaptar el espacio para ellos. A los más pequeños les encantan los escondites y las cuevas. Si no tienes un jardín para una cabaña, puedes improvisar con mantas y pinzas en un rincón del sofá. Incluso el espacio debajo de una escalera puede convertirse en un rincón lleno de Hygge para ellos.
Así que ya lo sabes, no te limites a la hora de aplicar el Hygge en tu hogar.
Articulo de Living Sitges Inmobiliaria